martes, 24 de noviembre de 2009

Medal of Honor Rising Sun

La saga "Medal of Honor" ha sido siempre garantía de éxito en ventas y en crítica. Su calidad histórica, el realismo mostrado en todas y cada una de sus partes, y una jugabilidad realmente conseguida lo han hecho el preferido de muchos usuarios, cuando hablamos de un "shooter" de consola. Realmente, y quitando "HALO", es de lo mejor que se ha visto en cualquier formato, ya sea la máquina de SONY, MICROSOFT o NINTENDO.

Medal of Honor: Rising Sun el gran apoyo que tiene esta saga viene de sus dos primeras versiones en PSX, que resultaron ser, si no grandiosas gráficamente, sí con un nivel global extraordinario, donde destacaban sobremanera el gran trabajo de documentación, música y de fx. Todo rezumaba a película bélica. Todos los escenarios parecían sacados de entornos reales o, en su caso, haciendo guiños a antiguas y no tan antiguas películas de guerra.

Medal of Honor: Rising Sun el gran acabado general, unido a un control realista, lo hicieron abanderado de muchos usuarios, que decían que los shooters en consola jamás serían jugables debido a la poca libertad que ofrecían los pads. Realmente pocos shooters hasta ahora han conseguido dejar más o menos "calmados" a los usuarios con respecto a su control y jugabilidad, pero uno de ellos siempre ha sido "Medal of Honor".

Medal of Honor: Rising Sun ahora, año y medio después de la primera entrega que apareció en las consolas de 128 bits (recordemos que la primera versión en aparecer fue para PS2, "Medal of Honor:Frontline"), nos encontramos con que nuestra ayuda vuelve a ser crucial. Sin embargo, ahora no nos enfrentaremos a los nazis, no. Ahora todo empezará con lo que se ha dado por llamar "Day of Infamy". El día de la infamia. El ataque sorpresa más famoso de la historia de la humanidad: Pearl Harbour.



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